Hasta ahora, el petróleo estadounidense se ha salvado de la ira arancelaria de China, incluso a medida que la creciente guerra comercial afecta a otros productos básicos estadounidenses.
China no ha sido tímida al atacar todo tipo de bienes, desde el gas natural licuado y el algodón hasta la soya. Aunque ha disminuido sus compras de petróleo estadounidense, hasta ahora los funcionarios chinos han evitado colocar aranceles directos sobre el crudo del principal productor mundial.
La decisión de no buscar problemas con el petróleo estadounidense refleja el deseo de Beijing de mantener abiertas sus opciones, especialmente a medida que disminuyen los suministros de crudo de Venezuela e Irán y aumentan las tensiones en el Medio Oriente.
“Es más seguro gravar el gas natural licuado”, dijo Ryan Fitzmaurice, estratega de energía de Rabobank. “China es un gran consumidor de petróleo. Hay un gran apetito por él a medida que las personas pasan a la clase media”.
La guerra comercial entre Estados Unidos y China ha escalado dramáticamente en los últimos días. El viernes pasado, el gobierno de Trump elevó los aranceles sobre 200,000 millones de dólares (mdd) en productos chinos al 25%, desde el 10%. El país asiático tomó represalias el lunes, al incrementar los aranceles de aproximadamente 60,000 mdd en productos estadounidenses, incluyendo algodón, maquinaria, granos y partes de aviones.
Fuente: EXPANSION