El próximo Gobierno del presidente electo ha propuesto fusionar a Bancomext con Nafin y desaparecer a ProMéxico, lo que afectaría al comercio y la inversión exterior.
El gobierno de transición puso sobre la mesa dos propuestas para el próximo sexenio que podrían impactar al sector de comercio exterior y de atracción de inversiones: la fusión del Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext) con Nacional Financiera (Nafin) y la eliminación de ProMéxico, alertaron expertos.
El primero es un banco de desarrollo que no le cuesta al gobierno, por el contrario, le inyecta capital. Tan solo en el actual sexenio, entre aprovechamientos e impuestos acumulados, la institución sumó 34 mil millones de pesos, además de un crecimiento anual promedio de 17 por ciento en el otorgamiento de créditos.
“En 1994, el PIB del comercio exterior era el 4 por ciento, en el 2018 estamos prácticamente arriba del 86 por ciento, el país se ha volcado al mercado externo y es hoy por hoy el sector más importante de la economía nacional, y desaparecer la ventanilla (Bancomext) que te da créditos para estos empresarios nos parece un contrasentido”, dijo Horacio Gutiérrez, secretario de Estudios y Comunicación de Bancomext.
Para Francisco González, presidente de Bancomext, las fusiones se han dado históricamente entre fideicomisos y bancos, pero no entre instituciones bancarias y estos escenarios se presentan cuando hay carencia de capital o quiebras.
“Todos los bancos de desarrollo están funcionando muy bien, es recomendable ver las bondades que tiene la banca, está permitiendo un desarrollo fantástico, y por eso creo que principalmente en el caso de Bancomext este crecimiento del banco en números es un crecimiento en la cartera y la economía mexicana”, dijo González en entrevista.
Sin ProMéxico
La otra propuesta del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, eliminaría el brazo de promoción de la Secretaría de Economía, ProMéxico, el cual se encarga de promover las exportaciones, la internacionalización de las empresas y de la atracción de Inversión Extranjera Directa (IED), labores de las que se encargarían los embajadores mexicanos en el exterior.
“La evolución natural de las funciones de las embajadas comenzó cuando eran todólogos; después se fueron especializando, y es necesario tener otras dependencias, otros órganos afuera del país que con ese grado de especialización sigan los temas, la razón de que haya un ProMéxico es porque hay un grado de especialización en la actividad de promoción comercial y de inversiones”, dijo un funcionario del gobierno mexicano quien labora en el exterior y pidió no ser citado.
En este sexenio, a ProMéxico se le atribuye el 40 por ciento de los casi 200 mil millones de dólares de inversión extranjera atraídos y más de 3 mil proyectos de exportación que generaron 15 mil 245 millones de dólares, por esta razón, César Fragoso, jefe de la unidad de sectorial del organismo, consideró que su eliminación podría hacer que el país perdiera el lugar que se ha ganado en el exterior.
“Los beneficiados de todos esos esfuerzos son las Pymes”, señaló.
Fuente: El Financiero